Cuando un caballo mueve las orejas será, normalmente, porque esté buscando el origen de un ruido. Pero además de esto, los diferentes movimientos que podremos verle realizar con las orejas tienen multitud de significados, convirtiéndose en uno de los principales métodos de comunicación para este animal.
Aprenda a saber qué quieren decir algunos de los movimientos más habituales que su caballo realiza con las orejas:
Orejas en constante movimiento: actitud habitual en un caballo confiado pero vigilante.
Orejas rectas o hacia delante: ha localizado un objeto que le inquieta.Orejas verticales: claro síntoma de temor.
Orejas ligeramente hacia atrás: denotan irritación.
Orejas totalmente hacia atrás: el caballo está enfadado, dispuesto para pelear.
Orejas en sentidos diferentes: no habrá entendido lo que usted quiere solicitarle o decirle.
Además de esto conviene saber que si el caballo es joven, normalmente echará las orejas para tras al ser montado por el jinete, lo cual significa que todavía no reconoce a la persona (en ese momento y para el caballo, un intruso) que se ha situado tras él.
Debemos observarle también cuando duerme, momento en que dejará sus orejas caídas; si estando en esta posición no las levanta al menor ruido, deberemos vigilar su salud, porque éste es un claro síntoma de enfermedad.
¿Por qué con caballos?
El desplazamiento del caballo, aprovechado por un kinesiólogo especializado en Hipoterapia, se transforma en un tratamiento neurofisiológico que produce una estimulación psico – terapéutica ya que moviliza el centro de gravedad del jinete con una cadencia variable, rítmica y repetitiva. Cada paso completo del caballo impone movimientos de la cadera de derecha – izquierda, hacia arriba – abajo y hacia delante – atrás, con el agregado de la rotación correspondiente para mantener el equilibrio.
En una sesión de Hipoterapia, un paciente practica alrededor de 2 mil ajustes tónicos. Esos movimientos producen vibraciones que son transmitidas por la médula, con una frecuencia de 180 oscilaciones por minutos y esa información es la misma que recibe el cerebro cuando una persona camina. El caballo es el único animal que produce este estímulo neurológico.
En Hipoterapia se monta sin silla porque es muy importante el contacto entre los cuerpos del animal y de la persona. A través de los músculos, la persona recibe calor y masajes en la pelvis y sus piernas.
Además, la Hipoterapia produce otros beneficios: El ejercicio libera endorfinas; el calor del animal produce relajación y eso mejora también la circulación sanguínea. Por otra parte, al mover la columna en movimientos tridimensionales, el líquido encéfalo raquídeo provoca un movimiento pulsátil, suave, y esto provoca un masaje en el cerebro y tranquiliza al paciente.
Además, sobre el caballo se realizan prácticas en estática o marcha. Estos prácticas incluyen desde ejercicios respiratorios hasta ejercicios de cintura, columna, piernas y brazos. Y, con las diferentes variaciones en la marcha se puede regular el grado de sensaciones y estímulos. Otras veces, el contacto se da con el sólo hecho de recostarse sobre el animal.
La Hipoterapia, se plantea como la interrelación entre el caballo y su hábitat, el paciente y el terapeuta.
El origen de la Hipoterapia se remonta a los años 50 en Noruega (para tratar secuelas de poliomelitis), luego comenzó a desarrollarse en 1960 en los países escandinavos y alrededor de 1970 alcanzó su gran auge en Alemania, Austria, Francia, Italia y Suiza. En un comienzo se le empleó para tratar problemas de columna y corregir posturas deficientes, escoliósis o enfermedades degenerativas. Posteriormente se amplió su aplicación a diversas enfermedades neurológicas, como lesiones o alteraciones del sistema nervioso central, ya sean congénitas o adquiridas, tales como parálisis cerebral infantil, esclerosis múltiple, secuelas de traumatismo encéfalo cranial, enfermedades extrapiramidales (Parkinson), y enfermedades vasculares con gran éxito. El tratamiento en prevención de secuelas en pacientes hemipléjicos, tales como contracturas, espasticidad o atrofias musculares ha llamado la atención por los buenos resultados que se obtienen. Su ampliación como terapia para trastornos emocionales y mentales severos, como es el caso del autismo y el Síndrome de Down se ha estado aplicando con mucho éxito estos últimos años. Esta demostrado que este método mejora la autoestima y la estabilidad emocional, disminuye la agresividad y aumenta la capacidad de tolerar frustraciones. Además tiene un efecto importante, en la capacidad de atención, concentración y perseverancia. Todos los informes de los tratamientos con sus grandes éxitos a través de la inclusión de aspectos sensoriales, sicológicos, pedagógicos, mentales y sociales encuentran en la Hipoterapia una posibilidad muy importante para la realización de tratamientos integrales y multidisciplinarios. En sus años de historia ha creado un nuevo enfoque del tratamiento kinésico y es considerada en el mundo como la disciplina con resultados cada vez más importantes.
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